Originario del Valle de Aconcagua. Tuvo una guarda de 14 meses en barricas de roble francés (35% de ellas nuevas).
Es un vino que despliega notas de frutos rojos y negros, enmascarados por notas de clavo de olor y repostería. En el paladar es particularmente fresco, con taninos de buen soporte y estructura, con notas que recuerdan a tarta de arándanos.
Ideal para acompañar postres con chocolate, quesos maduros y carnes a la parrilla.