La historia dice que la cepa César Noir o Romano se usaba para darle estructura al Pinot Noir del norte de la Borgoña. Por siglos de dejó de escuchar de esta cepa hasta que hace poco algunas pocas viñas empezaron a producirla nuevamente.
Este exótico vino, viene de parras muy viejas plantadas en 1912, las cuales estaban confundidas con otras cepas viejas en Agostura.
Este es un tinto para paladares curiosos, donde se muestra con una boca muy expresiva en fruta y taninos, se siente firme, con una estructura potente y taninos untuosos.
Frutal en nariz, con notas a frutas rojas, frutilla, cereza, notas salvajes y aromas terrosos.
El 50% de este vino se guardó en barricas francesas de segundo uso por seis meses y el 50% restante se mantuvo en tanques de acero inoxidable.