Este blanco es un ensamblaje de Chardonnay (69%), Viognier (12%), Marsanne (10%) y Roussanne (9%), todos provenientes de viñedos orgánicos del valle de Casablanca.
La fermentación alcohólica se hace en tanques de acero inoxidable, una parte en barricas francesas y el resto se fermenta en cuba ovoide o fudre. Una vez terminada la fermentación el vino se conserva en barricas por 5 meses más, con batonajes periódicos para fomentar la entrega de compuestos grasos y aromáticos de las
lías finas al vino, obteniendo una mayor complejidad.
Destaca por sus aromas frutales como piña, mango, durazno y damasco con notas dulces. En boca es un vino goloso, de gran cuerpo donde se percibe tanto su lado frutal como la complejidad de su guarda dejando una agradable sensación final.